RECETA CASERA DE LECHE CONDENSADA

Aprende a preparar una deliciosa receta casera de leche condensada de forma fácil y económica, ideal para endulzar tus postres favoritos.

Con ingredientes simples como leche en polvo, azúcar y agua caliente, podrás obtener una leche condensada cremosa y natural sin conservantes.

Sigue este paso a paso detallado y descubre cómo ajustar la textura a tu gusto. Esta receta casera de leche condensada es perfecta para flanes, tartas, bebidas y más.

Con un toque de vainilla opcional, podrás darle un sabor único y personalizado. Disfruta de esta opción práctica y deliciosa en cualquier momento.

Además de ser una alternativa económica, esta receta te permite controlar la cantidad de azúcar y adaptarla según tus necesidades, algo que no siempre es posible con las versiones comerciales.

Así, puedes lograr una versión más ligera o más intensa según lo que prefieras.

Otra ventaja de esta leche condensada casera es su versatilidad: se conserva muy bien en el refrigerador por varios días, y puedes utilizarla tanto en frío como en caliente. Desde un café bombón hasta unas galletas rellenas, siempre tendrás una opción dulce a mano.

Anímate a prepararla en casa y experimenta con nuevas combinaciones.

Puedes aromatizarla con ralladura de limón, canela o incluso un toque de cacao, creando así tu propia versión artesanal adaptada a cada ocasión.

INGREDIENTES DE LA RECETA

  • 1 taza (240 ml) de leche en polvo
  • 1 taza (240 g) de azúcar
  • 1/2 taza (120 ml) de agua caliente
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE LECHE CONDENSADA CASERA

En un recipiente, combina la leche en polvo y el azúcar.

Agrega el agua caliente poco a poco mientras mezclas con un batidor de mano o una cuchara hasta que se integren bien los ingredientes.

Vierte la mezcla en una licuadora y licúa durante 2-3 minutos. Esto ayudará a que la textura sea más cremosa y suave.

Si deseas un toque de sabor, añade la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.

Transfiere la leche condensada a un frasco hermético y déjala enfriar a temperatura ambiente. Luego, guárdala en el frigorífico. Dura aproximadamente 1-2 semanas.

Notas:

  • Puedes ajustar la consistencia añadiendo más o menos agua, según lo espesa que la prefieras.
  • Si no tienes leche en polvo, puedes usar leche líquida y reducir la cantidad de agua caliente (1/4 de taza aproximadamente).

Esta leche condensada casera es perfecta para acompañar y decorar postres, flanes o café.

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