Hojaldre de jamón y queso

HOJALDRE DE JAMÓN Y QUESO

El hojaldre de jamón y queso es una de esas recetas sencillas pero irresistibles.

Con su exterior dorado y crujiente y su interior fundente, es perfecto para cualquier ocasión.

Ya sea como aperitivo, merienda o incluso cena ligera, esta receta nunca falla. El hojaldre de jamón y queso es una opción rápida y deliciosa.

Prepararlo es muy fácil, solo necesitas masa de hojaldre, jamón y queso de tu elección.

Con unos pocos pasos y unos minutos en el horno, tendrás un bocado exquisito. Puedes personalizarlo con diferentes tipos de queso o agregar especias para darle un toque especial.

El hojaldre de jamón y queso es una opción rápida y deliciosa.

Ideal para reuniones, picoteos o simplemente para darte un capricho.

Se puede servir caliente o frío, acompañado de una ensalada o alguna salsa.

Su versatilidad lo convierte en un imprescindible en cualquier recetario.

Anímate a probar esta receta y sorprende a todos con su sabor y textura inigualables.

No necesitas ser un experto en cocina para lograr un resultado perfecto. Solo sigue unos sencillos pasos y disfruta de esta delicia casera.

INGREDIENTES DE LA RECETA DE HOJALDRE DE JAMÓN Y QUESO

Para la masa de hojaldre casera (opcional)

  • 250 gr de harina de trigo

  • 200 gr de mantequilla fría

  • 125 ml de agua muy fría

  • 1 pizca de sal

Si prefieres ahorrar tiempo, puedes usar 2 láminas de masa de hojaldre rectangular ya preparada.

Relleno:

  • 200 gr de jamón de York o jamón cocido

  • 6 lonchas de queso de tu elección (emmental, gouda, mozzarella o el que más te guste)

  • Un poco de mantequilla derretida para pincelar

  • 1 huevo para pintar

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE HOJALDRE DE JAMÓN Y QUESO

Si decides hacer la masa de hojaldre casera:

En un bol grande, mezcla la harina con la pizca de sal.

Añade la mantequilla bien fría, cortada en cubitos. Con las yemas de los dedos, mezcla sin calentar demasiado, hasta obtener una textura arenosa con trocitos de mantequilla visibles.

Incorpora el agua fría poco a poco, hasta formar una masa homogénea.

Forma un rectángulo, envuelve en film transparente y deja reposar en la nevera 30 minutos.

Saca la masa, estírala en forma de rectángulo, dóblala en tres partes (como un tríptico), gira 90 grados, estira y vuelve a doblar.

Repite este paso 4 veces, siempre dejando reposar 15-20 minutos en la nevera entre dobleces. Así conseguirás las capas crujientes.

Una vez lista, divide en dos partes iguales para usar como base y tapa.

Si usas masa ya preparada:

Sácala de la nevera 10 minutos antes para que no se rompa al desenrollarla.

Desenrolla una de las masas de hojaldre y pliega a la mitad para reforzarla.

Con un tenedor, pincha la superficie sin llegar a los bordes ni perforar la base por completo.

Pincela ligeramente con mantequilla derretida.

Coloca la mitad de las lonchas de queso, procurando no llegar a los bordes.

Encima del queso, reparte el jamón de York bien extendido.

Si quieres más cremosidad, añade otra capa de queso encima del jamón.

Después cubre con la otra lámina de hojaldre, también doblada y pinchada hacia dentro para que quede esponjosa.

A continuación sella bien los bordes presionando con un tenedor para evitar que se escape el relleno.

Pinta la superficie con huevo batido para que quede bien dorada y brillante.

Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba y abajo.

Coloca el hojaldre en una bandeja forrada con papel de hornear.

Hornea unos 20-25 minutos, hasta que esté dorado y bien inflado.

Cuando veas que está casi dorado, apaga el horno y déjalo dentro 5 minutos más para que termine de dorarse sin quemarse.

💡 CONSEJOS FINALES DE LA ABUELA

Si quieres un hojaldre más jugoso, añade una pizca de orégano o hierbas provenzales al relleno.

Deja enfriar unos minutos antes de cortarlo, así no se rompe.

Si usas hojaldre congelado, déjalo descongelar en la nevera, nunca a temperatura ambiente para que no se ablande demasiado.

No escatimes en el queso: uno que funda bien hará la diferencia.

Puedes pincelar con un poco de leche en lugar de huevo si prefieres un brillo más suave.

🍽 VARIANTES DE LA RECETA

  • Cambia el jamón de York por jamón serrano o pechuga de pavo.

  • Prueba con quesos más intensos como brie, roquefort o cheddar para darle un sabor diferente.

  • Añade unas rodajas finas de tomate o espinacas frescas para un toque más fresco.

  • Si te gusta el toque crujiente, pon unas nueces o almendras laminadas dentro.

  • Sirve con una salsa de mostaza y miel, o con un poco de mermelada de tomate para un contraste dulce.


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