Descubre cómo hacer una receta de panes de leche esponjosos y suaves, ideales para desayunos, meriendas o para acompañar cualquier comida.
Esta receta de panes de leche utiliza ingredientes básicos como harina, leche tibia, mantequilla y huevo, logrando un resultado dorado, tierno y lleno de sabor.
Perfecta tanto para principiantes como para expertos en panadería casera, estos panecillos se convertirán en un favorito en tu hogar. Sigue los pasos y disfruta del aroma y la textura única de este delicioso pan casero.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 500 g de harina de fuerza
- 250 ml de leche entera tibia
- 50 g de azúcar 50 g de mantequilla a temperatura ambiente 25 g de levadura fresca o 7 g de levadura seca
- 1 huevo
- 1 cucharadita de sal
- 1 huevo batido (para pintar los panecillos)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE PANES DE LECHE ESPONJOSOS
Si usas levadura fresca, disuélvela en la leche tibia. Si usas levadura seca, mézclala con la harina.
En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
Añadir los ingredientes húmedos: Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y añade el huevo, la leche con levadura y la mantequilla. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes se integren.
Pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos, hasta que quede suave y elástica.
Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño húmedo o film transparente, y deja reposar en un lugar cálido durante 1-2 horas, hasta que doble su tamaño.
Una vez que la masa haya levado, desgasifica (presiona para sacar el aire) y divídela en porciones pequeñas (unos 60-70 g cada una). Forma bolitas lisas.
Coloca los panecillos en una bandeja de horno con papel vegetal, dejando espacio entre ellos. Cúbrelos de nuevo y déjalos reposar durante 30-40 minutos, hasta que crezcan un poco.
Mientras los panecillos hacen el segundo levado, precalienta el horno a 180°C.
Pinta los panecillos con el huevo batido para que queden dorados y brillantes. Hornéalos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados.
Una vez hechos, saca los panecillos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.