A los niños les encanta, porque quedan unas patatas muy crujientes, con un sabor delicioso. Estas patatas gajo caseras, son muy fáciles y rápidas de hacer, no tienen ninguna complicación y son una manera diferente, de comer patatas fritas en casa.
A la hora de seleccionar las patatas, elegimos, para esta receta, unas no muy grandes y preferiblemente, un poco alargadas.
Las lavamos bien porque las usaremos con su piel.
Cortaremos por la mitad a lo largo y haremos igual con cada mitad, y así hasta obtener forma de gajo.
Las ponemos en un bol, añadimos agua fría y las dejamos durante aproximadamente diez minutos.
Escurrimos bien y secamos.
Mientras, preparamos la mezcla de fécula de maíz y pimentón, dulce o picante, a nuestra elección.
Ponemos los gajos de patata en un recipiente, agregamos pimienta negra recién molida al gusto y espolvoreamos con la fécula y pimentón.
Removemos para que se impregnen de forma homogénea.
Pasamos a freír en abundante aceite caliente.
Cuando estén bien doraditas, ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite, añadimos sal al gusto.
Listas para disfrutar, solas o como acompañamiento de cualquier plato.
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