Descubre cómo preparar una deliciosa alitas de pollo al ajillo receta que conquistará todos los paladares.
Esta receta es ideal para quienes disfrutan de platos caseros llenos de sabor y aroma.
Combinando ingredientes simples como ajo fresco, aceite de oliva y especias, logra un resultado espectacular que se adapta a cualquier ocasión, desde comidas familiares hasta reuniones con amigos.
Sigue nuestra guía paso a paso para obtener alitas jugosas por dentro y ligeramente crujientes por fuera, perfectas para acompañar con una guarnición de ensalada, patatas o pan recién hecho.
Además, esta receta de alitas de pollo al ajillo es versátil, fácil de personalizar y se prepara en poco tiempo, convirtiéndose en una opción imprescindible en tu repertorio.
INGREDIENTES DE LA RECETA
• 1 kg de alitas de pollo
• 100 ml de aceite de oliva
• 100 ml de vino blanco
• 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante, según prefieras)
• Sal y pimienta al gusto
• Perejil fresco picado (opcional)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE ALITAS DE POLLO AL AJILLO
Limpia bien las alitas de pollo, eliminando posibles restos de plumas.
Seca las alitas con papel de cocina y sazónalas con sal y pimienta al gusto.
Pela los dientes de ajo y córtalos en láminas finas.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
Añade las alitas de pollo y dóralas por todos lados, unos 10-15 minutos, hasta que estén bien doradas y crujientes. Retira las alitas de la sartén y resérvalas.
En la misma sartén (deja el aceite que ha quedado), baja el fuego a medio y añade los ajos laminados.
Cocina los ajos lentamente hasta que se doren, teniendo cuidado de no quemarlos para evitar un sabor amargo.
Una vez dorado el ajo, añade el pimentón y remueve rápidamente para que no se queme.
Inmediatamente después.
Vierte el vino blanco y remueve para desglasar la sartén, raspando el fondo para incorporar todos los sabores.
Regresa las alitas doradas a la sartén y mezcla bien con la salsa de ajo y vino.
Cocina a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos más, permitiendo que las alitas absorban todos los sabores.
Una vez las alitas estén bien impregnadas de la salsa, retíralas del fuego.
Si deseas, espolvorea con perejil fresco picado antes de servir.