Receta de potaje de garbanzos con costilla de cerdo

GARBANZOS CON COSTILLA DE CERDO

Si hay una receta que nos lleva directamente a la cocina de la abuela, esa es la de garbanzos con costilla de cerdo.

Un plato de cuchara con alma, de esos que reconfortan el cuerpo y el corazón con cada bocado.

La combinación de legumbre tierna y carne jugosa hace de este guiso una auténtica delicia. Además, no hace falta esperar al invierno para disfrutarlo: cualquier día es bueno para preparar un potaje bien hecho.

Con esta receta tradicional, sabrás cómo hacer que las costillas queden melosas, y que los garbanzos absorban todo el sabor del sofrito y de la cocción lenta. El resultado, como decía la abuela María, es para mojar pan y repetir.

Los aromas que se desprenden mientras se cocina este guiso son una auténtica declaración de hogar. Porque no hay prisa cuando se cocina con cariño, y menos cuando hablamos de platos con tanta historia.

Así que, si te apetece comer bien, de manera sencilla y con ingredientes de los de siempre, estos garbanzos con costilla de cerdo no te van a fallar. Te recordarán lo bien que sienta lo casero.

INGREDIENTES DE LA RECETA DE GARBANZOS CON COSTILLA DE CERDO

  • 300 gr de garbanzo
  • 400 gr de costilla de cerdo
  • 1 trozo de chorizo
  • 1/2 cebolla
  • 1/2 pimiento verde
  • 1 tomate pequeño
  • 1 zanahoria grande
  • 1 patata
  • 2 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 2 hojas de acelga (opcional)
  • Pimienta negra recién molida
  • Pimentón dulce
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE GARBANZOS CON COSTILLA DE CERDO

El paso fundamental para que este plato quede rico, comienza la noche anterior, dejando los garbanzos en remojo con abundante agua.

Es fundamental para que queden tiernos, que el día siguiente aparezcan, aun completamente sumergidos.

En una olla, con un chorrito de aceite, sellamos la costilla, la marcamos solo por fuera a fuego fuerte.

Cuando esté, bajamos el fuego y añadimos el ajo, la cebolla y el pimiento bien picado.

Sofreímos unos minutos y agregamos el tomate, también picado o rallado.

Dejamos cocinar todo junto hasta que el tomate pierda su agua.

Añadimos el chorizo, la zanahoria cortada en rodajas, pimienta negra recién molida, la hoja de laurel y seguimos cocinando unos minutos más.

Ponemos el pimentón y mezclamos bien.

Agregamos la patata limpia, sin piel, cortada en dados.

Escurrimos los garbanzos de su agua de remojo, lavamos bien y les ponemos agua limpia, aproximadamente el doble de lo que ocupan, según nos guste que quede este plato, con más o menos caldo.

Añadimos los garbanzos con su agua limpia a nuestra olla y dejamos cocer hasta que estén tiernos.

Si queremos poner acelgas, lo podemos hacer unos minutos antes de que los garbanzos estén listos. Las ponemos troceadas.

Apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.


💡 CONSEJOS FINALES

Utiliza costillas de cerdo carnosas y pide que te las corten en trozos medianos, para que suelten sabor pero también tengan buena presencia en el plato.

Deja los garbanzos en remojo al menos 12 horas antes si son secos, y si usas de bote, lávalos bien antes de añadirlos al guiso.

Cocina a fuego lento y sin prisas, es la mejor forma de que los sabores se integren y el guiso quede meloso.

Añade una hoja de laurel y un poco de pimentón dulce para dar un toque más profundo al caldo.

Este guiso mejora de un día para otro, así que puedes prepararlo con antelación y disfrutarlo aún más al día siguiente.

¿Con qué acompañarlo?

  • Un buen pan de pueblo para mojar en la salsa.

  • Una guarnición ligera como una ensalada fresca, para equilibrar.

  • Si te apetece algo más, un vasito de vino tinto o un vermut tradicional marida a la perfección.


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