Aprende a preparar una deliciosa receta casera de leche condensada de forma fácil y económica, ideal para endulzar tus postres favoritos.
Con ingredientes simples como leche en polvo, azúcar y agua caliente, podrás obtener una leche condensada cremosa y natural sin conservantes.
Sigue este paso a paso detallado y descubre cómo ajustar la textura a tu gusto. Esta receta casera de leche condensada es perfecta para flanes, tartas, bebidas y más.
Con un toque de vainilla opcional, podrás darle un sabor único y personalizado. Disfruta de esta opción práctica y deliciosa en cualquier momento.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 1 taza (240 ml) de leche en polvo
- 1 taza (240 g) de azúcar
- 1/2 taza (120 ml) de agua caliente
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE LECHE CONDENSADA CASERA
En un recipiente, combina la leche en polvo y el azúcar.
Agrega el agua caliente poco a poco mientras mezclas con un batidor de mano o una cuchara hasta que se integren bien los ingredientes.
Vierte la mezcla en una licuadora y licúa durante 2-3 minutos. Esto ayudará a que la textura sea más cremosa y suave.
Si deseas un toque de sabor, añade la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.
Transfiere la leche condensada a un frasco hermético y déjala enfriar a temperatura ambiente. Luego, guárdala en el frigorífico. Dura aproximadamente 1-2 semanas.
Notas:
- Puedes ajustar la consistencia añadiendo más o menos agua, según lo espesa que la prefieras.
- Si no tienes leche en polvo, puedes usar leche líquida y reducir la cantidad de agua caliente (1/4 de taza aproximadamente).
Esta leche condensada casera es perfecta para acompañar y decorar postres, flanes o café.
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