MERMELADA DE MEMBRILLO CASERA AL VACIO
El membrillo es una fruta deliciosa de sabor pero su textura áspera y seca hacen que no guste a todo los públicos, por eso es habitual encontrarlo en almíbar, carne de membrillo, mermelada, etc. En Recetas de Cocina Abuela María nos encantan las mermeladas y estamos enamorados del membrillo porque tiene un sabor único y delicioso que va genial en nuestras tostadas, ensaladas y todos aquellos platos donde queramos dar un toque dulce y delicado lleno de aroma y sabor.
En esta ocasión vamos a preparar una mermelada casera de membrillo y vamos a aplicar una técnica que conservará nuestra mermelada al vacío, por lo que no necesitaremos frigorífico para conservar durante meses, incluso años.
INGREDIENTES
- 1 kilo de membrillos (6 o 7 unidades)
- 400 gr de azúcar
- 1 limón
- 200 cl de agua
PREPARACIÓN
En una olla ponemos los 200 cl de agua y añadimos el zumo de un limón a fuego medio.
Luego iremos añadiendo en trocitos pequeños nuestros membrillos, que previamente habremos lavado, pelado y deshuesado.
Vamos a tapar la olla y mantener a fuego medio durante 10/15 minutos y estaremos atentos para remover y evitar que se nos pegue.
Durante este tiempo regularemos el fuego para que el agua este cercana al punto de ebullición pero evitaremos que rompa a hervir, removiendo o retirando la tapa para bajar la temperatura.
Trascurrido este tiempo iremos añadiendo el azúcar poco a poco sin dejar de remover para conseguir una buena mezcla y mantendremos a fuego medio durante otros 10 o 15 minutos.
Apagamos el fuego y batimos con varilla o batidora eléctrica hasta conseguir una mermelada homogénea y ya le tendremos lista.
PROCESO DE ENVASADO AL VACIO
La Abuela nos enseño a guardar y no tirar los envases de cristal con tapadera metálica y guardarlos como un pequeño tesoro, esos que contienen verduras, tomate, aceitunas y vamos comprando durante todo el año en el super.
Así que nuestra mermelada al vacío tendrá también algo de ecológica ya que reutilizamos y damos una segunda vida a todos esos envases de cristal.
Para ello debemos lavarlos en lavavajillas o bien llenando una olla de agua y ponerlos a hervir durante 2 minutos.
Primero preparamos nuestros envases y luego hacemos la mermelada, de forma que en cuanto apaguemos el fuego podemos ir rellenando los botes de cristal con la mermelada muy, muy caliente.
Los envases se rellenan al máximo para evitar espacios para el aire.
Ponemos la tapadera, apretamos fuerte le damos la vuelta al envase de forma que quede la tapadera hacia abajo y el cristal hacia arriba.
Nuestro envases recién rellenados de mermelada hirviendo deben permanecer boca abajo hasta que estén totalmente fríos.
Aunque la abuela siempre los dejaba hasta el día siguiente. Una vez frio, ya podremos volver a dar la vuelta y almacenar.
CONSEJOS
Para conservar sin problemas más tiempo es conveniente buscar un lugar sin luz y sin grandes cambios de temperatura ni solo directo, por ejemplo un armario, la despensa o incluso una caja de cartón cerrada puede ser un sitio genial para guardar nuestras conservas.
Es importante que la mermelada una vez envasada no reciba golpes, por eso debes ser cuidadoso/a cuando los manipules o traslades.
Los envases de cristal pueden reutilizarse en próximos envasados, pero NUNCA reutilices las tapaderas.