Alitas de pollo en adobillo fáciles y sabrosas
Las alitas de pollo en adobillo es una receta clásica que nunca falla. Su sabor intenso, con ese toque ligeramente picante y especiado, convierte este plato en una opción deliciosa para compartir en cualquier ocasión. Es perfecta tanto para una comida informal como para sorprender en una cena especial sin complicarte demasiado en la cocina.
Esta preparación es muy típica en muchas regiones de España, especialmente en el sur. El adobillo le da a las alitas un sabor profundo gracias al ajo, el pimentón, el vinagre y las especias que se combinan para crear una marinada irresistible. Además, al ser una receta económica, se convierte en una excelente elección para cualquier bolsillo.
Lo mejor de todo es que se puede preparar al horno, en freidora de aire o incluso en sartén, dependiendo del tiempo y del equipo de cocina que tengas a mano. Esto la hace muy versátil y adaptable a tus preferencias. En todas sus versiones, el resultado es espectacular.
Otra ventaja de las alitas de pollo en adobillo es que mejoran con el reposo. Si las dejas marinar varias horas o de un día para otro, el sabor penetra aún más en la carne, potenciando su gusto y haciendo que cada bocado sea más jugoso. Es una de esas recetas que se disfrutan incluso más al día siguiente.
Ya sea para una comida de domingo, una cena entre amigos o un picoteo improvisado, estas alitas son siempre un acierto. A continuación, te explico cómo prepararlas paso a paso, con todos los trucos para que te queden irresistibles.
Ingredientes de la receta de alitas de pollo en adobillo
- 1 kg de alitas de pollo limpias y partidas por la mitad
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce (y opcionalmente, ½ de picante)
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de sal
- Pimienta negra al gusto
- 4 cucharadas de vinagre de vino blanco
- 4 cucharadas de agua
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Preparación de la receta de alitas de pollo en adobillo
En un mortero, machaca los ajos junto con la sal hasta obtener una pasta.
Añade el pimentón, la cúrcuma, el comino, el orégano, la pimienta, el vinagre, el agua y el aceite. Mezcla bien hasta que se integre todo.
Coloca las alitas de pollo en un bol grande, añade el adobo por encima y mezcla para que queden bien impregnadas.
Tapa el bol con film y deja marinar al menos 4 horas en la nevera, aunque lo ideal es hacerlo de un día para otro.
Pasado el tiempo, cocina las alitas al gusto: puedes hacerlas al horno (200 °C durante 35–40 minutos), en sartén hasta que estén doradas o en freidora de aire durante unos 20 minutos a 180 °C, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
Consejos de la abuela para que queden perfectas
Deja marinar toda la noche: cuanto más tiempo estén en adobo, más sabor tendrán.
Usa pimentón de calidad: el pimentón ahumado de la Vera le da un toque especial.
Dora bien las alitas: tanto en sartén como en horno, ese punto crujiente por fuera marca la diferencia.
No te olvides del laurel: aunque parezca un ingrediente menor, realza el sabor del adobo de forma sorprendente.
Puedes congelarlas ya marinadas: así tendrás siempre alitas listas para cocinar cuando quieras.
Con qué acompañarlas
Las alitas de pollo en adobillo combinan de maravilla con unas patatas fritas caseras, chips de boniato o una ensalada fresca de tomate y cebolla.
También puedes servirlas con arroz blanco o un buen pan crujiente para mojar en la salsa.
Y si buscas un toque más moderno, acompáñalas con una mayonesa de ajo o una salsa barbacoa suave. Todo suma para disfrutar aún más de su sabor.
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