Flan de queso crema la receta de la abuela

FLAN DE QUESO CREMA RECETA DE LA ABUELA

El flan de queso crema es una deliciosa variación del flan tradicional que conquista desde la primera cucharada. Su textura cremosa, casi sedosa, y su sabor suave pero profundo lo convierten en el postre perfecto para quienes buscan algo especial sin complicarse en la cocina.

Gracias al queso crema, este flan tiene un cuerpo más firme, tipo tarta de queso, pero conserva el dulzor y la esencia del caramelo de siempre.

Si buscas una receta que sorprenda y a la vez reconforte, el flan de queso crema es ideal. Se sirve frío, tiene una presentación vistosa con su brillante capa de caramelo y se deshace en la boca dejando una sensación irresistible.

Es perfecto para una comida familiar, una celebración o incluso como detalle para regalar.

Lo que hace único a este postre es la fusión de dos mundos: la suavidad del flan y la intensidad cremosa del queso. Esto crea una armonía de sabores muy bien equilibrada, sin que uno opaque al otro. Es un dulce elegante, pero muy sencillo de preparar.

Además, no necesitas técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de conseguir. Con productos que seguramente ya tienes en casa, puedes lograr un postre con nivel de restaurante. Solo basta un poco de paciencia en el horneado y el reposo, y tendrás un resultado espectacular.

No subestimes su sencillez: este flan tiene el poder de dejar a todos en silencio tras el primer bocado. Y cuando te pregunten la receta, podrás decir con orgullo que lo hiciste tú, desde cero.

INGREDIENTES DE LA RECETA DE FLAN DE QUESO CREMA

  • 1 lata de leche condensada (aproximadamente 395 g)

  • 1 medida de leche entera líquida (utiliza la misma lata vacía como medida)

  • 4 huevos grandes

  • 200 g de queso crema tipo Philadelphia (a temperatura ambiente)

  • 1 cucharada de esencia de vainilla

  • Ralladura de limón o naranja (opcional)

  • ½ taza de azúcar (para el caramelo)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE FLAN DE QUESO CREMA

En una sartén o cazo a fuego medio, derrite la ½ taza de azúcar sin añadir agua. Remueve ligeramente cuando empiece a derretirse hasta obtener un caramelo dorado, cuidando que no se queme.

Viértelo con rapidez en el fondo del molde (preferiblemente de aluminio o vidrio resistente al calor) y muévelo para cubrir bien la base.

En una licuadora o batidora, mezcla la leche condensada, la leche líquida, los huevos, el queso crema, la vainilla y la ralladura si decides usarla.

Bate solo lo necesario para que la mezcla quede homogénea. No batas en exceso para evitar que se formen burbujas que arruinen la textura.

Vierte la mezcla suavemente sobre el caramelo en el molde. Coloca ese molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente hasta la mitad (baño María).

Si lo haces al horno, precaliéntalo a 180 °C y hornea durante unos 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.

Una vez cuajado, retira del horno o de la olla y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarlo toda la noche.

Pasa un cuchillo fino por los bordes del molde para despegar el flan. Luego colócalo boca abajo sobre un plato amplio y firme para que el caramelo lo bañe por encima al desmoldarse.

👵 Consejos de la abuela para que quede perfecto

No batas demasiado: Solo mezcla lo justo. Batir en exceso introduce aire y puede dejarte un flan lleno de agujeros o con textura grumosa.

Usa queso crema a temperatura ambiente: Esto evita que queden grumos en la mezcla.

Refrigera bien antes de desmoldar: El flan necesita reposar para ganar firmeza.

Controla el caramelo: No lo dejes quemar, o tendrá un sabor amargo que arruinará el flan.

Cuida el baño María: Asegúrate de que el agua no entre al molde, sobre todo si no es hermético. Puedes cubrirlo con papel de aluminio.

🔄 Variantes de la receta

  • Con coco: Añade ½ taza de coco rallado a la mezcla para un toque tropical y una textura distinta.

  • Con café: Disuelve una cucharada de café instantáneo en la leche líquida. Combina muy bien con el queso.

  • Con chocolate: Sustituye 1/3 de la leche líquida por leche con cacao y añade unas gotas de licor de chocolate si lo deseas.

  • Sin horno: Puedes hacerlo en olla a presión o en baño María sobre la hornilla. Solo cuida el tiempo y la temperatura.

  • Versión light: Usa leche condensada baja en azúcar y queso crema light, aunque la textura final será un poco menos densa.


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