RECETA DE CROQUETAS CREMOSAS Y PERFECTAS
Aprende a preparar la receta de croquetas cremosas más deliciosa y fácil que hayas probado. Estas croquetas son ideales para quienes buscan un bocado reconfortante y lleno de sabor, sin complicarse demasiado en la cocina.
Gracias a esta guía paso a paso, conseguirás una masa perfectamente equilibrada y un acabado profesional, aunque no tengas mucha experiencia culinaria.
Por fuera, presentan un rebozado dorado y crujiente que contrasta a la perfección con su interior cremoso y fundente. Esta combinación de texturas convierte a las croquetas en una opción irresistible para cualquier momento del día.
Ya sea como aperitivo en una reunión, como entrante en una comida especial o incluso como plato principal acompañadas de una ensalada, siempre son un acierto.
Lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla fácilmente a tus gustos o a lo que tengas en casa. Desde el clásico jamón serrano hasta restos de pollo asado o bacalao desmigado, todo cabe en esta base suave y sabrosa.
Además, es una excelente forma de aprovechar sobras y darles una segunda vida llena de sabor.
El secreto para lograr unas croquetas realmente cremosas está en preparar una buena bechamel: cocinada a fuego lento, con paciencia y sin dejar de remover. Este paso, aunque requiere algo de dedicación, es fundamental para obtener la textura deseada.
Una vez tengas la masa lista, solo quedará darles forma, empanarlas con cariño y freírlas hasta que queden perfectas.
En definitiva, esta receta de croquetas cremosas no solo es fácil y versátil, sino que también garantiza un resultado espectacular.
Sorprende a tu familia o amigos con este clásico de la cocina casera, que nunca pasa de moda y siempre deja buen sabor de boca. ¡Te encantará el resultado y querrás repetir una y otra vez!
INGREDIENTES DE LA RECETA DE CROQUETAS CREMOSAS
Para la masa:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de harina de trigo (tamizada)
- 1 litro de leche entera (caliente)
- Sal, nuez moscada y pimienta al gusto
- 200 g de relleno al gusto (jamón, pollo, bacalao, setas, etc., picado finamente)
El rebozado:
- 2-3 huevos
- Pan rallado (mejor si es grueso o tipo panko)
Para freír:
- Aceite de girasol o de oliva suave (cantidad suficiente para sumergirlas)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE CROQUETAS CREMOSAS
En una sartén amplia o cacerola, derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva.
Añade la harina y cocina a fuego medio durante 2-3 minutos, removiendo constantemente con unas varillas, para que pierda el sabor a crudo.
Incorpora la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover, para evitar grumos.
Cocina la mezcla durante unos 10-15 minutos a fuego medio-bajo, hasta obtener una textura espesa y cremosa. Sazona con sal, nuez moscada y pimienta al gusto.
Incorpora el ingrediente principal (jamón, pollo, bacalao, etc.) bien picado y mézclalo con la bechamel. Cocina 2-3 minutos más.
Vierte la masa en una fuente engrasada, nivela con una espátula y cubre con film transparente (en contacto con la masa para evitar que se forme costra).
Deja enfriar completamente y luego refrigera durante al menos 4 horas (mejor toda la noche).
Con las manos engrasadas o usando dos cucharas, da forma a las croquetas (ovaladas o redondas).
Pasa cada croqueta primero por huevo batido y después por pan rallado. Para un rebozado más crujiente, puedes repetir el proceso (doble capa).
Calienta abundante aceite en una sartén o freidora a unos 180°C.
Fríe las croquetas en tandas pequeñas para que no se enfríe el aceite. Déjalas dorar uniformemente durante unos 2-3 minutos.
Retira y escurre sobre papel absorbente.
💡 Consejos de la abuela para el éxito:
Bechamel cremosa: La proporción de harina y grasa debe ser justa, y el cocinado debe ser lento para que espese sin grumos.
Rebozado firme: Presiona ligeramente al rebozar para que el pan rallado quede bien adherido.
Aceite caliente: Si el aceite está demasiado frío, las croquetas se abrirán.
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