FLAN DE COCO LA RECETA DE LA ABUELA
Si estás buscando un postre que sea fácil de preparar, delicioso y con un toque exótico, el flan de coco es la elección perfecta.
Esta receta combina la suavidad clásica del flan con el inconfundible sabor del coco, logrando un equilibrio dulce y refrescante que encanta a grandes y pequeños.
A lo largo del tiempo, el flan ha evolucionado con múltiples variantes, pero el flan de coco ha ganado un lugar especial en muchas cocinas por su textura cremosa y su aroma irresistible.
Ya sea para una comida familiar, una ocasión especial o simplemente para darte un gusto, este postre no falla.
Además, no necesitas ser un experto en repostería para lograr un resultado espectacular. Con ingredientes básicos y unos sencillos pasos, puedes sorprender a todos con este delicioso flan de coco casero.
Lo mejor es que puedes hacerlo con antelación, lo que lo hace muy práctico.
Es importante destacar que esta receta no solo es sencilla, sino también versátil. Puedes adaptarla a tus gustos personales e incluso prepararla sin horno.
Más adelante te contaremos algunas variantes interesantes para que puedas personalizarla a tu antojo.
Así que, si todavía no has probado esta delicia tropical, esta es tu oportunidad. Te invitamos a descubrir cómo preparar un flan de coco que será el broche de oro perfecto para cualquier comida.
INGREDIENTES DE LA RECETA DE FLAN DE COCO
1 lata de leche condensada (397 g)
1 lata de leche de coco (400 ml)
4 huevos grandes
100 g de coco rallado (puede ser fresco o seco)
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para el caramelo: 150 g de azúcar y 2 cucharadas de agua
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE FLAN DE COCO
Lo primero que debes hacer es preparar el caramelo que irá en el fondo del molde. Para ello, coloca el azúcar y el agua en una sartén a fuego medio.
Es fundamental no remover la mezcla, ya que esto podría cristalizar el azúcar. Simplemente deja que el calor haga su trabajo. En cuestión de minutos, el azúcar comenzará a derretirse y tomar un color dorado ámbar.
En cuanto veas que alcanza ese tono, retíralo del fuego de inmediato para evitar que se queme, ya que un caramelo amargo puede arruinar el postre.
Acto seguido, vierte con cuidado el caramelo caliente en el fondo de tu molde para flan (preferiblemente de unos 20 cm de diámetro) y muévelo con suavidad para que cubra bien la base. Reserva.
A continuación, en un bol amplio, casca los huevos y bátelos ligeramente con un tenedor o unas varillas manuales, sin llegar a espumar demasiado.
Esto es importante para que el flan quede liso y sin burbujas en exceso. Después, incorpora la leche condensada, la leche de coco y la esencia de vainilla.
Remueve con suavidad hasta obtener una mezcla homogénea.
En este punto, añade el coco rallado y vuelve a mezclar, asegurándote de que quede bien distribuido por toda la preparación.
Una vez tengas lista la mezcla, viértela con cuidado sobre el molde ya caramelizado.
Puedes hacerlo usando un colador si deseas una textura aún más fina, aunque perderás parte del coco rallado.
Esto dependerá del resultado que busques: si prefieres un flan con una textura más lisa o con el coco bien presente.
Cocina al baño maría en el horno
Precalienta el horno a 180 ºC (arriba y abajo, sin ventilador). Coloca el molde dentro de una fuente o bandeja más grande, y vierte en ella agua caliente hasta que cubra al menos la mitad del molde del flan.
Este método, conocido como baño maría, permite una cocción suave y uniforme, evitando que el flan se cuaje demasiado rápido o se agriete.
Hornea durante 50 a 60 minutos. Para comprobar que está listo, introduce un palillo o cuchillo en el centro: si sale limpio, el flan ya está cocido.
Tras sacarlo del horno, deja que el flan se enfríe a temperatura ambiente durante al menos una hora.
Luego, llévalo al frigorífico y déjalo reposar por lo menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarlo toda la noche.
El reposo en frío permite que tome cuerpo y que el caramelo impregne mejor el postre.
Para desmoldarlo, pasa un cuchillo fino por los bordes para despegarlo y colócalo boca abajo sobre una fuente.
Dale unos golpecitos suaves si es necesario y deja que el caramelo fluya por encima, dándole ese acabado brillante tan característico.
💡 Consejos de la abuela para que quede perfecto
Usa huevos a temperatura ambiente para que la mezcla se integre mejor.
No batas en exceso para evitar que el flan tenga burbujas.
Si usas coco rallado seco, hidrátalo unos minutos en la leche de coco antes de mezclar.
El caramelo debe estar líquido pero no quemado: retíralo del fuego en cuanto esté dorado.
Refrigera bien antes de desmoldar para que conserve su forma.
🔄 Variantes de la receta
Flan de coco sin horno: puedes cocinarlo al baño maría en la estufa durante 1 hora, tapado con papel aluminio.
Con coco tostado: añade coco rallado tostado en la superficie para un toque crujiente.
Flan de coco y piña: incorpora trocitos de piña escurrida para una combinación más tropical.
Versión ligera: sustituye la leche condensada por una versión baja en azúcar o leche evaporada con endulzante.
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