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Descubre la mejor receta de ajoblanco, una sopa fría andaluza deliciosa y fácil de preparar, con el sabor de la cocina tradicional.

RECETA DE AJOBLANCO COCINA TRADICIONAL

    Hoy te presentamos la receta de ajoblanco una verdadera joya de la cocina tradicional andaluza.

    El ajoblanco es una sopa fría tradicional de la gastronomía andaluza, considerada uno de los platos más antiguos de la cocina mediterránea, cuyos orígenes se remontan a la época romana y árabe.

    Esta deliciosa receta de ajoblanco destaca por su sencillez y su increíble sabor, logrando refrescar los días más calurosos del verano gracias a la combinación de almendras crudas, ajo, pan, aceite de oliva y un toque de vinagre.

    Conocida como el “gazpacho blanco”, es un plato humilde que refleja la esencia de la dieta mediterránea y que, a lo largo de los siglos, ha evolucionado hasta convertirse en una joya culinaria.

    Si buscas una receta de ajoblanco que conserve todo el sabor de la tradición y sea fácil de preparar, no puedes dejar de probar esta versión que homenajea su historia y autenticidad.

    INGREDIENTES DE LA RECETA

    (para 4 personas):

    • 200 g de almendras crudas peladas
    • 1 diente de ajo (ajusta la cantidad según tu gusto)
    • 150 g de pan blanco (del día anterior preferiblemente)
    • 1 litro de agua fría
    • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
    • 2-3 cucharadas de vinagre de vino blanco (ajusta al gusto)
    • Sal al gusto
    • Uvas blancas (opcional, para decorar)
    • Trocitos de melón (opcional, como acompañamiento)

    PREPARACIÓN DE LA RECETA DE AJOBLANCO

    Corta el pan en trozos y ponlo a remojar con un poco de agua para ablandarlo. Escúrrelo ligeramente después.

    En una batidora, pon las almendras, el pan remojado, el ajo, el aceite de oliva, el vinagre y una pizca de sal.

    Tritura todo mientras añades el agua fría poco a poco, hasta obtener una textura cremosa y homogénea.

    Prueba la mezcla y ajusta la cantidad de sal, vinagre o ajo según tu preferencia.

    (opcional):

    Si quieres un ajoblanco más fino, pasa la mezcla por un colador o un chino para eliminar los restos de almendra que no se hayan triturado del todo.

    Guarda el ajoblanco en la nevera durante al menos 2 horas para que esté bien frío antes de servir.

    Sirve el ajoblanco en platos o cuencos. Decora con uvas blancas partidas por la mitad o trocitos de melón, según prefieras.

    Este plato es perfecto para los días calurosos.

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